Rosario Central y Vélez Sarsfield empataron 1 a 1 en un emocionante encuentro correspondiente a la séptima fecha del torneo Clasura, que se disputó en el Gigante de Arroyito.
El delantero Joaquín Larrivey, a los 16 del primer período, puso en ventaja al Fortín, que sigue siendo el único invicto del certamen pero no pudo subirse a lo más alto de la tabla de posiciones junto a Lanús, mientras que Milton Caraglio, a los 23 del complemento, le dio el empate a los canallas, que continúan invictos desde la llega de Merlo pero siguen en zona de promoción.
En el arranque del partido ambos equipos generaron chances para ponerse arriba. La primera la tuvo Vélez a los dos minutos cuando Maximiliano Moralez tiró un centro para la llegada de Larrivey que remató a las manos de Broun.
Enseguida respondió el conjunto de Reinaldo Merlo con un remate por arriba del travesaño de Jesús Méndez y con uno de Caraglio que Montoya contuvo sin problemas.
Con el correr de los minutos Vélez empezó a dominar a un Central que no manejaba ni recuperaba la pelota en el mediocampo (extrañó mucho a Leonardo Borzani) y carecía de ideas en ataque.
Con la movilidad de Maxi Moralez y las subidas de Emiliano Papa por la izquierda el conjunto de Liniers complicó muchísimo a los canallas.
A los 16 minutos el delantero Joaquín Larrivey recibió un pelotazo de Víctor Zapata que sobró a Burdisso, lo paró con el pecho, y definió frente al arquero.
El Fortín era muy superior, manejaba mejor la pelota que los canallas y pudo haber ampliado el marcador pero el remate del uruguayo Rodrigo López se fue por arriba del travesaño y Broun le atajó de manera espectacular un disparo a Papa.
Vélez le perdonó la vida a los canallas y se fueron al descanso por un exiguo 1 a 0 en favor de los de Liniers.
Algo pasó en el vestuario porque en el complemento Central fue otro equipo, mostró una actitud totalmente diferente a la exhibida en los 45 minutos iniciales, jugó cada pelota como si fuere la última y, con el ingresado Ezequiel González( por Omar Zarif) como el principal abanderado, arrinconó contra el arco de Montoya a un Vélez, que también mostró una cara diferente en esa etapa: se retrasó mucho para defender la ventaja y se olvidó de atacar.
Lo tuvo dos veces Caraglio para empatar con un anticipo de cabeza a Montoya pero la pelota quedó en el techo del arco y con una media vuelta que tapó el arquero y una Iván Moreno y Fabianesi con un fuerte remate que se fue alto.
De tanto ir y buscar Central tuvo su merecido premio. A los 24 minutos, centro del Equi desde la izquierda, y remate mordido de Caraglio que se clavó en el ángulo izquierdo de Montoya.
En los últimos 15 minutos el partido se hizo de ida y vuelta y lo pudo haber ganado cualquiera de los dos.
Pudo ser de Vélez pero Jorge Broun, de gran actuación, le sacó un tiro a Larrivey y un terrible cabezazo al ingresado Roberto Nanni cuando la pelota se le metía en el ángulo.
Y también pudo ser de Central si Pablo Lunati, una vez más de floja labor, le cobraba el evidente penal que Poroto Cubero le hizo a Moreno y Fabianesi( manotazo en la cara que dejó al volante canalla con sangre en la nariz).
El juez no lo cobró y el partido terminó en empate, que en definitiva terminó siendo justo, si se tiene en cuenta lo hecho por ambos a lo largo de lo 90 minutos.
Vélez fue más en el primer tiempo ante un Central que, como ocurrió contra San Lorenzo, entró dormido y pudo haber liquidado el partido en esa etapa pero los canallas reaccionaron en el complemento e hicieron méritos para alcanzar al menos la igualdad.
El empate, más allá de que lo ideal hubiese sido ganar, es valioso para ambos.Para Central porque supo reaccionar ante un equipo de la jerarquía de Vélez, que seguramente peleará el torneo hasta el final.
Además le permite llegar con el ánimo en alza de de cara a las tres finales en la lucha por no descender: San Martín en Tucumán, Racing Club en el Gigante y Gimnasia y Esgrima de La Plata en el Bosque.
Por su parte a Vélez, que recibirá la próxima fecha a Banfield en el José Amalfitani, achicó la diferencia con Lanús y mantuvo el invicto en una cancha complicada.
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